Renaciendo de las cenizas

Todos hemos pasado por momentos difíciles pero hay ciertos eventos en nuestras vidas que son tan dolorosos y duraderos que podemos empezar a pensar que las cosas no cambiarán o mejorarán nunca. Esto particularmente para gente que sufre de alguna enfermedad crónica por años, inclusive décadas. El duelo de un ser querido también puede parecer que nunca mejorará y que ese vacío profundo se quedará para siempre con la misma intensidad.

En mi caso he podido “probar” un poco de esta medicina amarga por pocos períodos de tiempo. Digo “probadita” porque aunque el dolor que uno experimenta puede sentirse como una tormenta sin fin, se que hay otras personas que viven pérdidas más complejas y difíciles. La intención no es comparar, pues siempre debemos honrar y respetar lo que sienten los demás independientemente de nuestro entendimiento de la situación.

Aunque tú o alguien que conozcas haya vivido esto por solo días, meses o años, uno puede empezar a olvidarse que es realmente sentirse físicamente bien, sentirse feliz y el luchar día a día te hace preguntarte si obtendrás tu vida de vuelta. La idea de verte plen@ y en paz puedes verlo como pura fantasía, mas cuando ves a otras personas riéndose y disfrutando con amigos y familiares. Tenemos acceso a estas imágenes “perfectas”, más ahora con las redes sociales siendo parte de nuestra rutina diaria.

No creo que vendan una varita mágica que arregle todo en cuestión de minutos. Personalmente me cuestiono si en algún momento encontraré paz duradera.Vivo con alegría la mayor parte del tiempo y he dado pasos agigantados en mi experiencia y crecimiento personal pero mi naturaleza humana me juega trucos a veces. Los últimos años de mi vida han estado llenos de muchas pruebas y cuando parece que estoy saliendo de una, aparece otra sorpresivamente, como si fuera un regalo envuelto de enseñanzas que llegan a mi a la buena o a la mala. Puedo decir que siempre he salido más fuerte y con más resiliencia pero no niego que el aprendizaje ha sido agotador. Sin embargo, quiero darte unos pequeños “pointers” que me han ayudado a mantenerme a flote y en que en cada situación me ayudan a renacer de las cenizas una y otra vez.

Móntate en la máquina del tiempo

Hoy en día existe el concepto de enfocarse en el presente , en el ahora. Se entiende por el hecho de no enfocarse en eventos del pasado que ya no están ahí ni en el futuro que esta lejos y que nadie sabe con certeza que pasará. El hecho de estar en el ahora y saber que estás bien en este momento, trae un sentimiento de agradecimiento, trayendo paz a tu corazón. Es un concepto de “mindfulness” podersoso y positivo. Para alguien que está saludable y feliz pero que está estresado por trabajo o no encuentra la manera de apreciar las cosas simples de la vida, puede ayudar a “aterrizar” a la persona y poner la mente en un estado de calma. Sin embargo, para las personas que están experimentando dolor crónico , enfermedad o un evento trágico, el presente es el lugar en el que menos quisieran estar.

Una vez hice el ejercicio de ver fotos del pasado ( a recomendación de un expert@) en uno de mis peores momentos. Al principio fue duro pues solo lloraba y pensaba que nunca volvería a tener momentos agradables. Inclusive sentía un duelo por la Joemy que veía en las fotos. Con ese dolor profundo continué el ejercicio hasta que lentamente empecé a recordar momentos lindos que me traían paz a mi corazón. En los ojos de esa Joemy en fotos del pasado, veía mi esencia que no podía ser destruida por ninguna enfermdad ni por ningún caos. Supe, que aunque uno cambie o transmute con el tiempo, mi alma esta ahí intacta, que es la misma y que nada ni nadie puede cambiar . Tocar ese PASADO me daba fuerzas para pensar que toda tormenta pasa, que nada dura para siempre. En ese espacio era cuando soñaba con un mejor FUTURO. Suena como un concepto simple y lleno de cliché, pero crème que TODO PASA . Pensar que habrá momentos mejores lo llena a uno de ilusión y fuerza para seguir luchando. Recientemente, lo experimenté en carne propia. Hace unas semanas pude volver a correr en un 5k (carrera de 3 millas) cuando meses atrás jamás pensé que mi cuerpo pudiese volver a estar fuerte. No pude correr como antes pero llegue a la meta. Cuando llegué a ese “FINISH line” tuve que mirar hacia atrás y saborear como las cosas habían mejorado. Fue un verdadero aprendizaje de que ninguna tormenta dura para siempre o por lo menos no con la misma intensidad. Tocando el pasado y el futuro puedo vivir con mas serenidad mi PRESENTE.

A celebrar pequeños avances

Si ya haces algo para mejorar tu situación o usas alguna herramienta para sentirte mejor, que has notado? Puede ser desde incorporar una mejor dieta, un nuevo protocolo médico, incorporar nuevas rutinas en tu vida, darle propósito a tu día , una práctica de meditación o a lo mejor rezar a tu manera. Puede que pienses que nada ha cambiado, pero si miras detenidamente, siempre hay unos pequeños “shifts” o cambios sutiles que podemos celebrar. A lo mejor algunos de tus síntomas vienen con menos frecuencia o son menos intensos. Puede ser que tu dolor emocional toma un rato de descanso y estás experimentando momentos de tranquilidad e inclusive se te escapa una sonrisa por aquí y otra por allá. Tenemos que tener en cuenta que los procesos no son lineales y que también existe el dar unos pasitos hacia atrás para después notar avances mas tangibles. Sobre todo cuando se trata de un duelo o de alguna enfermedad crónica, es muy importante que seas compasivo contigo y que cada detalle y avance por minúsculo que sea, celebrarlo a tu manera. Una buena idea es escribir de

1-3 cosas en el día en las cuales has avanzado. Verlo escrito creará una idea más clara de donde estás parad@. Agárrate de esos pequeños momentos de celebración para tomar más fuerza, llenarte de ilusión , magia y seguir hacia adelante.

Siempre recuerdo la canción de Anita la Huerfanita donde canta que El Sol Saldrá Mañana…cursi no? Pero es verdad…el sol nunca dejará de salir mañana y tampoco dejaremos de brillar nosotros!! Aunque varias historias no aparenten tener su final feliz, no podemos negar la capacidad del ser humano de perseverar. Llueve , truene o relampaguee, tenemos la capacidad y el potencial de renacer de las cenizas una y otra vez.… a final de cuentas de eso estamos hechos!!

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